Victoria mínima (0-1)

Victoria mínima

El Betis era un equipo que venía muerto, de hacer un partido espantoso frente a Las Palmas, de haber enterrado las ilusiones despertadas en el comienzo de temporada bajo una manta de goles que habían convertido a su defensa en un ente sospechoso. El Atleti llegaba reforzado porque sigue sin perder, porque ve la cabeza más cerca, los resultados que le negaron el pan y la sal en la Champions aparecen poco a poco. Todo apuntaba a que podría ser un partido de trámite, pero no lo fue.

El Atleti le dio una vía de vida al Betis desde el inicio. Los de Simeone arrancaron el encuentro lejos de lo que se esperaba de ellos: sin intensidad, sin presión, con un centro del campo impreciso incapaz de conectar tres pases que fue surtiendo de confianza a los locales a base de entregarles el balón sin contraprestación alguna. El Betis tocaba y tocaba, sin profundidad, sdesmayando el esfuerzo en esa parte del campo donde se definen los partidos, pero al menos ganando la confianza que necesita para seguir creyendo en su idea.

Koke y Saúl cambiaban su posición en el medio a cada jugada, intentando encontrar encaje a un puzle que estaba totalmente descuadrado, Thomas andaba desconcertado y Gabi se empleaba en interrumpir las posesiones del Betis, que se hacían eternas y, sujetadas por la voluntad de sus hombres, restablecían poco a poco los hilos que lo enganchan a su gente. Al borde de la mediar hora Godín pegó un pelotazo intencionado apara habilitar a Vrsaljko que metió un centro envenenado al que, oh sorpresa, no llegó Gameiro, y lo que pudo haber acabado en el enésimo uy del francés terminó en gol, merced a que Saúl había acompañado la jugada para rematar y, sobre todo, a que la defensa del Betis había recordado de súbito qué les había llevado hasta allí.

Los de Setién acusaron el golpe y en el mismo saque de centro el Atleti tuvo otra jugada para el gol, pero Correa abusó del individualismo y terminó finalizando con un disparo fácil para Adán. Tras el entreacto el Atleti no supo matar el partido en una contra porque no fue capaz de hilvanarla y porque Correa y Gameiro, estuvieron todo el partido perdidos, como si no supiesen hacia qué lado correr. Hubo un calco de la primera mitad, los locales dominando el balón, los visitantes controlando el juego. El Betis tocaba y tocaba y el Atleti se sentía cómodo manteniendo al rival con el balón lejos de su arco. Tan solo un disparo desde la frontal de Tello hizo a Oblak sacar una mano cambiada que hizo temer por el resultado. Simeone, tal vez para ahondar en la herida de Setién, se empleó en mantener el gol que le daba la victoria más que en tratar de ampliarlo y para tapar las acometidas de Tello reforzó el lateral derecho con Giménez. Al final, al entrar Lucas en el alargue para perder tiempo se dio la curiosa circunstancia de que toda la defensa colchonera estuvo en juego, y, en un hermoso guiño a las declaraciones de la polémica del cántabro sobre Simeone, el Atleti se llevó los puntos, por la mínima, con seis defensas sobre el césped, y empleando todo su esfuerzo en defender el único gol que se marcó en el partido.

Foto: clubatleticodemadrid.com

 

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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