Jan Oblak: The quiet man

Las estrellas de los equipos de fútbol suelen estar en la delantera o en los medios ofensivos con gran calidad y clase, pero este Atlético de Simeone rompe moldes hasta en estas cosas. Si hay que señalar que el equipo tiene como imagen franquicia a su entrenador, también es justo que entre los aficionados poco a poco está calando la sensación que uno de los referentes es el portero. Un puesto al que pocas veces se dirigen los flashes del negociado y que suele ser parar actores secundarios en esto del fútbol.

El esloveno se está convirtiendo estadísticamente en el mejor portero de la historia del Atlético de Madrid. Oblak llegó con la losa de tener que hacer olvidar las tres temporadas espectaculares que había realizado el belga Courtois. Además, a esta circunstancia hay que añadir los 16 millones que costó su traspaso, cabe recordar que fue el más caro para un portero de la Liga.

Estos elementos fueron acompañados por un comienzo dubitativo del balcánico, a esto se sumo una lesión y el «run run» constante de una grada irreconocible, que saciada por los últimos títulos miraban a Oblak con reticencias. Pero el frío guardameta trabajó hasta que llegó su oportunidad en aquella eliminatoria de octavos contra el Bayer Leverkusen que los rojiblancos superaron en la tanda de penaltis y en la que Oblak detuvo uno.

A partir de este momento el balcánico comenzó poco a poco a despejar dudas y hacerse un hueco en la historia reciente del Atlético. En la retina quedan ya partidos como el que realizó en semifinales de Champion en Munich o la ida en el Nou Camp en cuartos de la misma competición frente al Barça.

La sombra del esloveno cada vez es más alargada entre los rivales, un portero que si entra poco en juego responde con serenidad y seguridad, un guardameta que ha dado verdaderas lecciones de saber estar y capacidad en partidos claves en los que la puerta colchonera ha sido bombardeada. Buen juego con el pie, reflejos, seguridad por alto, capacidad de liderazgo, compromiso y un seguro en los penaltis, pese a la final de Champions contra el Real Madrid, han dado por bueno la inversión de 16 millones que realizó en el verano de 2014.

En la actualidad junto a sus dos antecesores Courtois y De Gea son los tres mejores porteros del momento. Lloverán rumores, de hecho ya los hacen sobre una posible marcha de Oblak al son del dinero catarí del PSG. En el debe del Atlético está asegurar la presencia Jan en el Club, 100 millones de cláusula parecen pocos para retener a unos de los mejores bajo los palos. Si el equipo quiere seguir creciendo y permanecer en la élite deberá asegurar su continuidad y junto a Lucas, Saul y Koke formar la base del Atlético de la siguiente década.

 

Autor: Antonio Olalla

Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Empecé en deportes pero por suerte cambié a otro tipo de periodismo, aunque siempre mirando de reojo al Atleti. Madrileño de nacimiento Morañego por convicción.

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