Luis Pereira, el mejor libre de todos

Luiz Edmundo Pereira nació el 21 de junio de 1949 en Bahía de Icia Ceiro (Brasil). Pereira empezó a destacar en el Sao Bento de donde le fichó el Palmeiras en 1968. Con el equipo paulista maravilló durante siete años conquistando títulos y prestigio. Acudió como líbero titular de la selección brasileña al Mundial de Alemania ’74. Para muchos críticos, Pereira ha sido el mejor libre de la historia del fútbol brasileño. Pereira poseía una excepcional calidad técnica, una elegancia suprema y una seguridad descomunal en sí mismo (medía 1,85 y pesaba unos 80 kilos). El brasileño deslumbró por su sabia colocación en la zaga, su excelente manejo de la pelota y su calidad innata para quitar el balón al rival. En muchas ocasiones llegaba a driblar a varios delanteros, incluido con caños, al borde de su área ante la mirada atónita del público. Iba muy bien de cabeza, de hecho marcó varios goles así. No era un jugador duro y violento, pero sí alguna vez tenía que imponer respeto y dar una patada lo hacía. A Pereira le gustaba disfrutar con el fútbol y quería que la gente gozase viéndole jugar.

Asimismo, Pereira jugaba todos los partidos con un collar verde, el número 5 a la espalda y su típica sonrisa. El brasileño explica el motivo:

”El collar era mi amuleto. Todos los jugadores tienen uno. Lo pasé muy mal cuando se rompió. Recuerdo que en aquella época impactó mucho que yo jugara con él puesto. A mucha gente le sorprendía”

El 28 de septiembre de 1975, en la cuarta fecha del campeonato, Pereira y Leivinha debutaron con una goleada por 4-1 ante el Salamanca en el Estadio Vicente Calderón. Ayala, de penalti, (37’) abrió el camino del triunfo y Leivinha lo certificó con su tres tantos (43’, 58’ y 67’). Pereira tuvo varios compañeros en el centro de la defensa como Eusebio, Cacho Heredia, Fraguas, Benegas, Ruiz y Arteche. A éste le ayudó mucho a mejorar su técnica y ser menos duro en el terreno de juego; ambos se quedaban practicando al final de los entrenamientos.

Pereira recuerda como uno de los días más felices de su vida cuando ganó la Liga con el At.Madrid. El 15 de mayo de 1977, el Santiago Bernabéu se llenó para presenciar el duelo entre los dos eternos rivales madrileños en la penúltima jornada de Liga. Numerosos aficionados colchoneros poblaron las gradas del recinto madridista. Jugaron por el Atlético: Pacheco, Marcelino, Luiz Pereira, Benegas, Capón, Robi (Eusebio 81’), Alberto, Ayala, Rubén Cano, Bermejo (Salcedo 69’) y Leal. El Atlético se mostró superior al Madrid, aunque en los instantes finales estuvo cerca de perder. En el minuto 41, Rubén Cano adelantó a los rojiblancos. La Liga se encontraba cada vez más cerca del Calderón. Sólo dos goles blancos impedirían la celebración colchonera en aquella jornada. En la segunda mitad, el Madrid apretó más y el Atlético se echo atrás paulatinamente para conservar su exigua renta. En el minuto 70, Roberto Martínez igualó el partido. A partir de entonces, el cuadro local buscó el tanto de la victoria mientras que los visitantes se limitaron a aguantar el empate. Cuando el árbitro señaló el final del partido la alegría estalló en los jugadores, técnicos y aficionados rojiblancos. El At.Madrid se había proclamado campeón de Liga en el estadio de su eterno rival. Luiz Pereira declaró: ”Voy a festejar el título saliendo con mi mujer y unos amigos a tomar unas copas”.

En el inicio de la temporada 1978/1979, Pereira protagonizó un desagradable incidente con el entrenador rojiblanco Héctor Núñez. El 8 de octubre de 1978, en la 5ª jornada de Liga, el Atlético de Madrid empató a dos goles frente a la Real Sociedad en el Vicente Calderón. El equipo colchonero cuajó un primer tiempo lamentable y se marchó con un 0-2 al descanso. En el intermedio, el vestuario madrileño fue un auténtico polvorín. Héctor Núñez sustituyó a Luiz Pereira por Ruiz debido al fallo del brasileño, en su afán de regatear, en el segundo tanto visitante y por desobedecer las órdenes del entrenador que había dicho que no se lanzara al ataque tantas veces. A Pereira no le gustó nada que le cambiasen y más el día que estrenaba el brazalete de capitán. Vicente Calderón y Santos Campano bajaron al vestuario y presenciaron la bronca entre Pereira y Núñez. El jugador y el entrenador se insultaron gravemente, Calderón trató de aplacar los nervios, mas sin éxito; el arquero Reina tuvo que separarles cuando se iban a agredir físicamente, aunque siguieron los insultos entre ambos. Después de este penoso incidente, el equipo igualó el encuentro en la segunda mitad merced a los goles de Rubén Cano (64’ y 90’).

Los sucesos acaecidos en el descanso fueron estudiados por la Junta Directiva que tomó las siguientes decisiones: 1) Destituir a Héctor Núñez 2) Sancionar a Luiz Pereira con 300.000 pesetas de multa y cuatro partidos de suspensión (dos de Liga y dos de Copa) 3) Nombrar a Luis Aragonés como entrenador provisional hasta que se fichase un nuevo técnico. Héctor Núñez afirmó:”Estaba trabajando con ilusión y dedicación. Qué se le va a hacer. En el cese puede haber influido el partido de la Real Sociedad también”; además, el preparador uruguayo apuntó:”Me faltó tiempo y nos falló la suerte. Creo que no me equivoqué en la táctica. Siempre obré con plena libertad con toda la que necesité para mi trabajo”. Luiz Pereira aseguró:”No soy el culpable del cese. Esto sucede en Brasil es normal. Pediré disculpas”. Días después, el zaguero brasileño manifestó:”Han sido las peores semanas de mi vida. Yo no me pego nunca con nadie. Ya pasó afortunadamente”. El vicepresidente, Santos Campano, explicó:”Ante todo disciplina. Estaba en duda que Núñez se hiciera respetar”. El presidente, Vicente Calderón, añadió:” ¿La caída de Héctor Núñez? Cada uno ha tenido de acuerdo con su categoría. Había que tomar una decisión y que imperara la disciplina”. Luis Aragonés había advertido a la directiva que debía desprenderse de Pereira con quien ya tuvo varios enfrentamientos. Los jugadores, comandados por Ayala, pidieron a la directiva que siguiese Núñez y luego intentaron convencer a Luis Aragonés para que se quedase hasta final de temporada. No obstante, el club había decidido buscar nuevo entrenador.

Luiz Pereira abandonó el club en el verano de 1980. Alfonso Cabeza, nuevo presidente rojiblanco, tomó la decisión de no contar con el crack brasileño. Con el Atlético, Pereira jugó 171 partidos oficiales (17 goles): 143 de Liga (14 goles); 14 de Copa (1 tanto) y 14 de competiciones europeas (2 dianas). Su palmarés como colchonero es: 1 Liga (1976/1977), 1 Copa (1976), unas semifinales de la Recopa (1977) y unos cuartos de final de la Copa de Europa (1978). Después el zaguero militó en el Flamengo (1980-1981), Palmeiras (1981-1984), Portuguesa de Desportos (1984-1985), Santo André (1986-1988, si bien durante seis meses de 1987 fue prestado al Corinthians), Central de Coitia (1988-1990), Sao Caetano (1990-1991), Esporte Clube Sao Bernardo (1993) y Esporte Clube Sao Bento (1994) donde finalizó como técnico del equipo.

Luego, Pereira dirigió modestos conjuntos brasileños como Sao Carlense y Força Esporte Clube hasta que en febrero de 2002 llegó al At.Madrid como entrenador del equipo filial, el At.Madrid “B”, si bien no pudo sentarse en el banquillo al carecer del título de entrenador válido para dirigir equipos en España. Así que el At.Madrid colocó a Juanes como entrenador titulado y Pereira veía los partidos desde la grada, aunque dirigía los entrenamientos. A continuación, Pereira fue uno de los exponentes del club para la celebración del Centenario del At.Madrid y hoy en día ejerce la representación de la imagen del club allá donde va el equipo filial colchonero y, además, hace funciones de ojeador e informador de las nuevas “perlas” del fútbol brasileño. Por último, ejerció como profesor de escuelas de fútbol y viajo a otros países participando de seminarios deportivos. Está casado y tiene una hija.

El defensa brasileño repasa su estancia en el Atlético de Madrid:
“Había llegado al equipo un tanto accidentalmente. El Atlético tenía contratados a otros dos brasileños, Ivo y Sena, pero después de verme jugar con el Palmeiras un Trofeo Carranza, Luis Aragonés [entrenador] recomendó mi fichaje, que se resolvió en un avión con Salvador Santos Campano, por entonces vicepresidente del club, y tras un examen médico del doctor Enrique Ibáñez. La rapidez con que se produjo todo fue una sorpresa. Pero creo que el resultado fue bueno para el club y óptimo para mí: los cincos años que pasé en el Atlético de Madrid fueron los mejores de mi etapa futbolística y, también, los mejores de mi vida.
Todos los recuerdos de esa fase de mi vida son agradables. Incluso cuando por culpa de las lesiones tuve que permanecer inactivo, porque entonces recibí muestras de apoyo y de estima que nunca había imaginado.

Ser atlético no es algo que se pueda trasladar; se es o no, y es un sentimiento insuperable el poder disfrutar de sus colores. Yo me sumé nada más llegar a la pasión por el Atleti, y reconozco que la correspondencia que recibí no sólo de los seguidores del equipo sino también de sus dirigentes, de sus técnicos y de los españoles en general, fue espléndida. Tuve la suerte de caer bien a todo el mundo, probablemente porque era uno de los jugadores más abiertos de aquel formidable y humano equipo. Lo mejor, sin embargo, fue actuar con aquel equipo que formaban los Capón, Bermejo, Heredia, Eusebio, Ayala, Rubén Cano o Leal, ese equipo con el que ganamos la Liga y la Copa.  Fueron años preciosos. Dábamos espectáculo, jugábamos bien, ganábamos y la gente, nuestra gente, era feliz a nuestro lado, en el campo, antes y después de los partidos.

[…] Yo le debo todo a este club y sería un ingrato si no lo reconociera. Gracias al Atlético de Madrid conseguí ser más conocido en España, en Europa y en el resto del mundo. Incluso más que con la selección de Brasil, con la que disputé el Mundial’74, y todavía más con su preselección para el Mundial’78, equipo previo del que luego disputaría la gran cita y del que yo, después, no quise formar parte”.

 

foto: elpais.com

 

 

Autor: Fernando Sánchez

Periodista, deportista, entrenador de fútbol, cinéfilo y escritor.

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1 Comentario

  1. Como aficionado del Valencia CF, totalmente de acuerdo con el reportaje. Luiz, aquí en Mestalla, lo vi y me dejó impresionado por su forma de jugar, aparte de todo lo mencionado también por su golpeo al balón, era diferente y sonaba diferente a los demás.

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